Boca es el primer campeón profesional de la historia, aún cuando el femenino dista mucho todavía de tener un fútbol acorde a esos parámetros. Boca es el campeón porque juega mejor, porque tiene a las futbolistas de mejor pie y porque le gana por goleada aún al otro grande (por historia e inversión) del fútbol argentino. En la cancha de Vélez, sede de la final del Torneo Transición, Boca ganó su título 24 en el fútbol local al vencer a River 7-0, después de un rotundo 5-0 en el primer tiempo.
Se recordará este campeonato comprimido en 52 días por ser el que dio el primer trofeo desde que la AFA profesionalizó el fútbol femenino en septiembre de 2019 y que la pandemia por coronavirus frenó en marzo. Pero en el que la convivencia con el amateurismo es aún una realidad: un estadio de un club de Primera División como sede, televisación, la edición especial de una pelota y la final más deseada pero apenas esperada por seis fotógrafos al pie de la línea de cal y un campeonato integrado por equipos del AMBA con la única excepción de Rosario Central.
Pero en Boca el amateurismo no pasa por la puerta. El primer club que les firmó contrato a todas las integrantes de su plantel este martes mostró que esa apuesta no fue en vano y que puede armar con sus suplentes un equipo tan competitivo como el de las titulares.
Sobre un césped impecable, que cansó a las jugadoras millonarias acostumbradas al sintético de la cancha auxiliar del Monumental -un estadio en el que nunca en la historia se les permitió jugar-, Lorena Benítez mostró la calidad que la llevó a ser la mejor del torneo. Y fue de sus pies que nació el 1-0, a los 13 minutos, cuando Troncoso se llevó la marca y Huber anotó ante la salida de la arquera Molina, y también el tercero por su pegada desde afuera del área. Entre esos tantos, se intercaló el golazo al ángulo de Rodríguez que rompió el partido.